La directora de conformidad del grupo brasileño Odebrecht, Olga Pontes, reconoció hoy que el camino de “ajuste de cuentas” y combate a la corrupción es “doloroso” pero necesario, pues consideró que “no es posible” construir un futuro “sin antes reconciliarse con el pasado”.
Pontes explicó que Odebrecht, que se encuentra en pleno proceso de reestructuración tras haber sido una de las protagonistas del mayor escándalo de corrupción en la historia de Brasil, puso en marcha en marzo de 2016 un conjunto de prácticas y normativas para fortalecer los controles en la empresa con el fin de “detectar, prevenir y combatir” la corrupción.
La política de conformidad de Odebrecht, que cuenta con operaciones en 13 países además de Brasil, incluye el “ajuste de cuentas con las sociedades” de las naciones afectadas, la incorporación de consejeros externos e independientes en los Consejos de Administración de las compañías del grupo y la creación de un comité permanente de conformidad, según precisó la directora durante un encuentro con corresponsales en Sao Paulo.