La compañía alega que las lluvias que se esperan hasta el 23 de noviembre podrían poner en peligro a esas personas.
Empleados de un Walmart en Chico (California, Estados Unidos) han desmantelado un campamento improvisado que habían creado en el estacionamiento del local personas que quedaron sin hogar por los incendios que azotan esa región norteamericana desde el pasado 8 de noviembre, según los medios locales.
Los gerentes de ese establecimiento convencieron a las autoridades locales y a la Cruz Roja para que los ayudara a desalojar esa instalación improvisada, llamada Wallywood. Cerca de las carpas también colocaron carteles para anunciar a los campistas que hay lluvias pronosticadas hasta el próximo 23 de noviembre.
La portavoz de Walmart, Delia Garcia, indicó que pidieron a los acampados que se fueran «por su propio bien» y recordó que esa compañía ha donado más de 500.000 dólares a «organizaciones de ayuda».
Al parecer, los campistas no quieren abandonar el lugar porque un norovirus ha infectado a más de 140 de las 1.000 personas que se encuentran en refugios oficiales, según las autoridades locales.
Los incendios conocidos como Camp Fire han provocado la muerte a 86 personas, mientras que otras 563 aún se encuentran desaparecidas. Asimismo, más de 50.000 víctimas han sido evacuadas debido a que las llamas han arrasado 61.100 hectáreas de vegetación y más de 15.000 edificaciones.