Durante varios años el Recinto Penitenciario Palo Hincado, era considerado uno de lo más tranquilo del país donde se garantizaba la disciplina de los internos.
Ahora la situación ha cambiado a tal extremo que éste se ha convertido en un infierno, donde tres bandas rivales se disputan el control de la misma provocando agresiones físicas de los internos.
Recientemente estas bandas dirigidas por Capitaleños, Santiagueros y Banilejos, han incidido para el traslado de las mayorías de internos de Cotuí, los cuales ahora guardan prisión en otros recintos.
Entre los casos de agresión más recientes fue que al pastor del recinto le rompieron uno de sus brazos, a otro le dieron una golpiza con palo que tuvo que ser trasladado al hospital Inmaculado Concepción, y al llegar al recinto nueva vez fue golpeado.
Otro caso fue el registrado el pasado domingo donde le cortaron una mano a un interno el cual fue trasladado a un centro de salud en Santo Domingo, para tratar de salvarle dicha mano.
Si la Dirección General de Prisiones, no dispone tomar medidas pertinentes en el citado recinto pudiera generarse un problema de tal magnitud donde se perderían muchas vidas.
Familiares de los internos han expresado su preocupación por la situación actual que vive en el recinto, dicen estar en un constante nerviosismo.