Santo Domingo. – La Iglesia católica fue muy dura en los cuestionamientos que hizo contra las intenciones de algunas personas de intentar perpetuarse en el poder sin importarles las consecuencias negativas que ello conlleva, situación que considera puede llevar a la nación a una dictadura.
Igualmente emitió fuertes críticas contra algunas instituciones, políticos, la Justicia y la ciudadanía por la impiedad que muestra ante algunos hechos.
Sus planteamientos fueron incluidos en el Sermón de las Siete Palabras, que cada Viernes Santo se lee durante una solemne ceremonia en la Catedral Primada de América.
En la primera palabra: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”, leída por el reverendo José Alberto Vargas, la iglesia pidió perdonar a las personas que ponen sus intereses personales, de su grupo o partido por encima de la nación, olvidando con ello que Dios está por encima de todo.
“Aquellos que haciendo uso de ‘el fin justifica los medios’ pretenden, con intenciones mezquinas, perpetuarse en sus cargos sin importar que para lograrlo haya que pisotear una vez más nuestra Carta Magna”, adujo el sacerdote. Sus palabras se producen en momentos en que algunos sectores abogan por la modificación de la Constitución de la República para que el presidente Danilo Medina pueda optar a otro periodo presidencial.
El reverendo hizo el mismo pedido de perdón contra aquellos que cada día que pasa “destruyen más nuestra institucionalidad, olvidando que un país sin institucionalidad nunca avanzara”. También a “quienes construyen obras, como escuelas y hospitales, que presentan vicios de construcción”.
Emitió la misma súplica contra “aquellos que no se inmutan ante el dolor alejo y que prefieren grabar con un celular antes que ayudar (…), a los que venden sus votos y a los padres de familia que delegan la responsabilidad de la educación de sus hijos a las escuelas, a los medios de comunicación o a cualquier otra institución”.
“Los intereses de los políticos y los partidos están aplastando la Justicia”
En la segunda palabra, leída por el padre José Pastor Ramírez, la iglesia cuestionó la Justicia dominicana, la cual considera que está “secuestrada” y cuya función esencial se ha reducido prácticamente a encubrir a los políticos corruptos”.
“Los responsables de impartir justicia se caracterizan por exhibir comportamientos cínicos y son teatreros que no investigan lo suficiente, su función esencial se ha reducido a prácticamente encubrir a los políticos corruptos, dejan a la Justicia desnuda con todas sus vergüenzas al aire”, indicó el religioso que leyó la segunda palabra, al citar un artículo del escritor Andrés L. Mateo.
“Simulada y selectiva”, fueron otros de los calificativos que adjudicó a la Justicia dominicana. “La Justicia dominicana es una aspiración, una herencia metafórica. La palabra justicia revela la ilusión de una solidaridad verdadera, fundada en lo social; en cambio quienes dirigen nuestro destino, los que nos ofrecen es una justicia simulada (…), la Justicia dominicana parece ser selectiva, solo para algunos, convirtiendo los expedientes en fuegos artificiales, en espirales de humo, en una simulación”, acotó.
Más adelante dice que con el accionar, “diera la impresión de que el estado de derecho en el país es frágil porque no se respetan las leyes. Los intereses de los políticos y los partidos están aplastando a la Justicia dominicana”.
“En este Viernes Santo tendríamos que hacer memoria de todas las víctimas de la justicia arreglada y de las componendas en nuestro país”, exclamó el religioso.
“El país se encamina a una dictadura”
En ese sentido, el padre instó a ser cuidadosos y prudentes al elegir a los líderes que han de gobernar a la nación, pues muchos no están buscando el desarrollo de la institucionalidad y del estado de derecho. Sobre esos dirigentes dijo que cuando se sienten descubiertos “se ponen nerviosos y aprovechan todos los medios a su alcance para demonizar, maltratar y ridiculizar a quienes los ponen en evidencia”
“Suscribo, apoyo y mantengo la postura del Arzobispo de Santo Domingo, monseñor Francisco Osoria, de que nos están conduciendo a una dictadura. La sintomatología que se verifica nos está llevando a definir el trastorno, dictadura”, planteó.